Terminator 2D: NO FATE – La recreativa de Terminator 2 que nunca tuvimos

Terminator 2D: NO FATE es justo lo que muchos llevamos años imaginando: «¿y si Terminator 2 hubiera tenido su propio Contra o Metal Slug en los 90?«. Un run ‘n gun 2D moderno, con alma de recreativa y una carta de amor descarada a la película de James Cameron.​

Contexto y propuesta

  • Desarrollado por Bitmap Bureau (Xeno Crisis) y publicado por Reef Entertainment, adapta Terminator 2: Judgment Day como si fuera un cartucho de 16 bits perdido en el tiempo.​
  • Combina escenas clave de la película con niveles y líneas temporales originales, incluyendo futuros alternativos y varios finales.​
  • Se puede jugar como Sarah Connor, John Connor y el T-800, cada uno con estilo de juego propio y fases que aprovechan sus habilidades.​

Historia y modo “No Fate”

La campaña arranca repasando los momentos más icónicos de la película: la huida de Pescadero, la persecución por Los Ángeles, la batalla en la fundición… pero filtrados por un diseño de fases corto, intenso y muy arcade. El giro está en el sistema «No Fate»: al re-jugar se desbloquean rutas alternativas, niveles secretos y situaciones que se desvían del guion original, lo que encaja temáticamente con la idea de que el futuro no está escrito.​

  • El juego incluye hasta seis modos: Historia, Arcade, Infinite, Boss Rush, Mother of the Future y entrenamiento de niveles.​
  • La gracia no es solo «pasárselo», sino subir rangos en cada fase al estilo salón recreativo y exprimir las rutas alternativas.​

Jugabilidad: run ‘n gun con sorpresas

La base es un run ‘n gun lateral muy clásico: disparo en ocho direcciones, deslizamiento para esquivar y mucha máquina de Skynet que mandar al desguace. Sin embargo, cada fase intenta introducir una vuelta de tuerca: segmentos de sigilo, persecuciones en vehículo, tramos casi de beat ‘em up y misiones en el futuro con la resistencia.​

  • El control es preciso, con saltos pesados pero predecibles y esquivas que responden al instante, lo que hace que las muertes parezcan culpa del jugador y no del juego.
  • La dificultad trata de ser «old school»: Sin embargo el modo fácil, es demasiado fácil, no lo recomiendo, y en el modo normal tampoco se siente dificil, así que mi recomendación es ir al nivel superior al normal, para los errores realmente se paguen, aún con una dificultad buena, no te estresarás porque te encontrarás con bastantes checkpoints y la estructura corta de las fases evita la frustración prolongada.​

Personajes y estilos de juego

  • Sarah Connor: versátil a media y larga distancia, con rifle y explosivos, pero vulnerable en el cuerpo a cuerpo.​
  • T-800: un auténtico tanque, con muchísima vida y resistencia, pero el personaje más lento, ideal para avanzar despacio y controlar la pantalla.​ Este personaje lo manejamos en algunas de las fases, como el bar motero, es un PJ poderoso que básicamente te cargas a todos a base de empujar y un par de puñetazos, es muy gratificante y divertido manejar al T-800.
  • John Connor: brilla en las fases del futuro, liderando la resistencia, rápido y con armas futuristas que podrás cambiar.​

Entre los niveles más llamativos esta el tramo en Pescadero que se convierte en una fase de sigilo puro, con el T‑1000 atravesando barrotes y suelos mientras como jugador avanzamos con decisión y rapidez, aprovechando los espacios muertos paar escondernos cuando es necesario, más centrado en tensar los nervios que en disparar. También hay fases de conducción y un segmento de bar motero que se acerca al beat ‘em up de scroll lateral, aunque son menos re-jugables que las secciones de disparos.​

Gráficos: pixel art con aroma a 16 bits

Visualmente es donde más se nota el mimo: el juego se siente como la versión definitiva de la hipotética adaptación de 1991 que nunca existió. Los sprites son grandes, con animaciones llenas de peso y pequeñas interpolaciones que dan sensación de fluidez sin perder el look retro.

  • Los jefes ocupan media pantalla, con explosiones contundentes y efectos que recuerdan a las recreativas más brutas de la época.
  • Los escenarios recrean planos enteros de la película (el canal de hormigón, la acería, el futuro arrasado) pero con libertad para reinterpretar encuadres y añadir detalles que solo se verían en un videojuego.​

El diseño de personajes diferenciados ayuda a leer la acción rápidamente: se distingue de un vistazo quién es jugable, quién es enemigo humano y quién es máquina, algo crucial cuando la pantalla se llena de proyectiles. El conjunto entra por los ojos tanto si se viene de Mega Drive y SNES, como si se descubren los 16 bits por primera vez.​

Sonido y música: homenaje al T‑800

El apartado sonoro no se limita a reciclar el tema principal; opta por una mezcla de re-orquestaciones y composiciones nuevas que suenan a banda sonora de Terminator “modo chip” pero con músculo moderno. Hay temas pensados para la tensión de sigilo, otros para la épica del futuro y otros puramente rítmicos para las secciones más arcade.

  • Los efectos de sonido de armas, explosiones y metales retorciéndose refuerzan la fantasía de estar desmontando el catálogo completo de Skynet.​
  • El ritmo de la música acompaña el diseño de niveles: acelera en persecuciones, baja cuando toca explorar o esperar al momento justo para atacar.

No llega a ser un ejercicio de chiptune “puro”, porque se apoya en una producción más limpia, pero mantiene esa textura sintética que encaja muy bien con la estética futurista y mecánica de la licencia.​

Contenido, duración y rejugabilidad

Aquí llega uno de los puntos que más debate ha generado: lo corto de su campaña principal puede completarse en menos de una hora, en modo normal unos 47 minutos, algo coherente con su ADN arcade pero que choca con su precio actual para algunos jugadores. No obstante, el diseño está pensado para la rejugada constante: rutas «No Fate», rankings por nivel y varios modos pensados para picarse con uno mismo.

  • Los seis modos de juego y los distintos personajes amplían bastante el abanico si se entra en la dinámica de repetir fases buscando mejores puntuaciones.​
  • Quien busque una campaña larga y lineal puede sentir que se queda corto, mientras que quien disfrute del loop arcade encontrará mucho jugo en dominar cada fase.​

Conclusión

Terminator 2D: NO FATE funciona como esa recreativa imposible que nunca tuviste en el bar del barrio, pero que ahora sí puedes exprimir en casa. Como adaptación de la película brilla por su fidelidad visual y su capacidad para expandir la historia sin traicionarla; como juego de acción, destaca por su control preciso, variedad de situaciones y un sistema de re-jugabilidad muy bien integrado en el propio concepto de “no hay destino”.​

Es un título pensado para amantes del arcade clásico y de Terminator a partes iguales: quien solo busque «muchas horas por euro» quizás debería esperar a una rebaja, pero quien valore un viaje corto, intenso y re-jugable por el mejor momento de la saga, aquí tiene una auténtica bomba de relojería en 2D.

​Por mi parte lo seguiré jugando para encontrar esos finales alternativos y explorar el sistema No Fate del juego, a ver que me encuentro. De mientras, teneis el juego completo, en su modo historia y dificultad normal aquí mismo o en TWITCH:

Un saludo cruceter@s!

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